lunes, 16 de septiembre de 2013

Diabetes y Obesidad

¿La obesidad puede provocar diabetes?

La diabetes es uno de los mayores males en la actualidad. 


Los investigadores aún no han entendido por qué algunas personas desarrollan esta condición y otras no. Sin embargo, está claro que el estilo de vida y ciertas costumbres negativas de salud pueden incrementar el riesgo de padecerla.

Una de estas malas costumbres es el exceso de alimentación. 

Tener sobrepeso o ser obeso es uno de los factores de riesgo más comunes para padecer diabetes tipo 2. 

Más del 80% de las personas con diabetes tipo 2 tienen sobrepeso o son obesas. Y es que entre más tejido graso se tenga, habrá más resistencia por parte de las células de los músculos y tejidos a la insulina.

¿Por qué es importante controlar el peso?


Tener sobrepeso puede elevar los niveles de glucosa en sangre, colesterol y provocar una presión sanguínea alta. 


Bajo estas circunstancias, se eleva el riesgo de sufrir problemas cardíacos y circulatorios. Si la persona con diabetes tiene un exceso de peso alrededor de su abdomen y no tanto en sus caderas, es posible que desarrolle dichas complicaciones.

El peso puede influir en lo fácil que resulte el control de la diabetes y hasta puede suponer una diferencia respecto al tipo y la dosis de cualquier medicación que la persona se administre.


Con solo perder un poco de peso, el nivel de glucosa se podrá controlar más fácilmente y descenderán más rápido la presión sanguínea y los niveles de colesterol.


¿Qué provoca el sobrepeso en las personas con diabetes?


Algunas personas, especialmente quienes tienen diabetes tipo 2, padecen sobrepeso. Existen varias razones para ganar peso, entre ellas, algunos medicamentos o el mal empleo de los mismos:


  • Aplicarse más insulina de la necesaria
  • Algunos medicamentos para hacer descender la glucosa en sangre pueden producir aumento de pesoConsumir más calorías de las que se necesitan
  • No hacer actividad física



No obstante, si no existe sobrepeso, es posible que la persona afectada quiera recuperar parte del peso que se perdió con la enfermedad o mantenerlo dentro de los límites saludables.


La actividad física como medida de prevención


Mientras menos activo se es, hay más probabilidades de padecer diabetes. La actividad física ayuda a controlar el peso, utiliza el azúcar como energía, hace más sensibles a las células a la insulina, incrementa el flujo de sangre y mejora la circulación.


Otro beneficio es que también aumenta la masa muscular. Este aspecto es importante puesto que la mayor parte de la glucosa es absorbida por los músculos y utilizada como energía.


Perder peso es algo posible, basta con comer menos y hacer más ejercicio. Es importante tener fuerza de voluntad y marcar objetivos realistas que ayuden a dejar cualquier mal hábito, lo cual puede hacerse realidad más tempranamente y de forma segura apoyándonos en un nutriólogo profesional.





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